¿El cine en 3D es peligroso para los niños?

Hay quienes dicen que sí y quienes dicen que no, aún no hay mucha evidencia puesto que es una tecnología moderna que hace, relativamente, poco que está disponible.

¿El cine en 3D es peligroso para los niños?

En los últimos tiempo fueron varios los filmes para niños en tercera dimensión, ejemplo de ello son: Step Up 3D, Toy Story, Avatar, entre otras, que han llegado a la pantalla grande y deleitado a los más pequeños. Pero esta nueva tecnología parece estar invadiendo también espacios dentro del hogar, con los nuevos televisores, consolas de juegos, etc., con formatos en 3 D.

Así es que aparecen opiniones a favor y en contra de esta tecnología, argumentando o negando posibles daños a la salud ocular de los niños que la utilizan.

Marty Banks, profesor de Optometría y Ciencia de la Visión en a Universidad de California, viene estudiando los posibles riesgos del 3D en adultos jóvenes y encontró que el cine en tercera dimensión sería bastante seguro para la vista, debido a la distancia que existe entre la pantalla y los ojos del espectador. Además, señala que la tecnología moderna es mucho más sofisticada que la pasada en 3D y por ende menos nociva.

Banks entiende que son más preocupantes los posibles efectos que las imágenes en 3D pueden producir de cerca, como por ejemplo, de televisores, consolas de video, pantallas de computadora o de teléfonos móviles. Ya que encontró que en algunos casos, mirar de cerca la pantalla con imágenes en 3d, puede producir fatiga visual, visión borrosa y dolores de cabeza.

La Asociación de Oculistas Estadounidenses que el 25% de los espectadores experimenta dificultades al ver cine o televisión en 3D. De hecho, Nintendo que lanzó el pasado 26 de febrero su nueva consola portátil Nintendo 3DS, que permite ver imágenes en 3D sin tener que usar lentes y advierte en el prospecto que no es aconsejable que la utilicen niños de menos de 6 años, puesto que podría afectar el normal desarrollo de su vista y a los adultos aconseja no jugar por más de 2 horas. También fabricantes de las marcas de televisores Samsung, Sony y LG con este formato, han comenzado a adjuntar una guía de cuidados con la utilización de sus productos, que van dirigidas fundamentalmente a los niños, ancianos, mujeres embarazadas, cardíacos, quienes padecen somnolencia o están alcoholizados.

Los que dicen que no sería peligroso

Según Karen Sparrow, de la Asociación de Optometristas británica, las empresas que comercializan este tipo de tecnología 3 D, como las mencionadas en el párrafo anterior, están cubriéndose con estas recomendaciones. Y sostiene que los pacientes que requieren tratamiento como consecuencia de la exposición a imágenes en tercera dimensión son muy pocos, puesto que el riesgo es mínimo.

Además, como esta tecnología es relativamente nueva, aún no se ha podido investigar lo suficiente, sobre todo en niños. Ya que es necesario un tiempo considerable de exposición a las imágenes en 3D para evaluar sus efectos.

Sparrow sostiene que si bien para el desarrollo de la vista de un niño la imagen tiene que ser clara en ambos ojos (la imagen en 3D no lo es puesto que se trata de dos imágenes superpuestas proyectadas en la pantalla), ya que están formando un equilibrio y cualquier situación que cambie esto puede ser la causa de ojo perezoso, debería ser una exposición prolongada al 3D para que pudiera producirse algún daño en la visión del niño. No ninguna evidencia médica que indique que ver un filme de 1 hora 10 de vez en cuando ponga en peligro la salud ocular de un niño.

Incluso hay especialistas como el doctor Dominick Maino, del Instituto de Optometría de la Universidad de Illinois, que argumentan que el 3D podría servir para detectar más precozmente problemas en la visión infantil como por ejemplo: Insuficiencia de convergencia, ojo perezoso, problemas de concentración, que de otro modo pasarían inadvertidos

Los que sostienen que el 3D es peligroso

Expertos rusos del complejo científico de la "Microcirugía de la vista" por su parte, sostienen que no es aconsejable que los niños vean imágenes en 3D, puesto que los efectos especiales de éstas interfieren con el normal desarrollo fisiológico de la vista del niño.